En
las clases de música, no sólo transmitimos conocimientos musicales y
formamos músicos, sino que, además, formamos y educamos personas. El
respeto y los buenos modales no deben dejarse de lado nunca. Por ello,
cuelgo en la puerta del aula patrones rítmicos, que los alumnos deben
percutir en la puerta antes de entrar.